domingo, 2 de diciembre de 2007


Frente al SIDA, yo tengo una postura

Cuando él NO TIENE…


…SIEMPRE TENGO MI CONDÓN.

Introduccion

sábado, 1 de diciembre de 2007

Definición, Origen e Historia


Es la enfermedad que se desarrolla como consecuencia de la destrucción progresiva del sistema inmunitario (de las defensas del organismo), producida por un virus descubierto en 1983 y denominado Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). La definen alguna de estas afecciones: ciertas infecciones, procesos tumorales, estados de desnutrición severa o una afectación importante de la inmunidad.
La palabra SIDA proviene de las iniciales de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, que consiste en la incapacidad del sistema inmunitario para hacer frente a las infecciones y otros procesos patológicos. El SIDA no es consecuencia de un trastorno hereditario, sino resultado de la exposición a una infección por el VIH, que facilita el desarrollo de nuevas infecciones oportunistas, tumores y otros procesos. Este virus permanece latente y destruye un cierto tipo de linfocitos, células encargadas de la defensa del sistema inmunitario del organismo.

Origen e Historia

El síndrome de inmunodeficiencia adquirida ( SIDA en castellano y AIDS en inglés) es una enfermedad de transmisión mayormente sexual que se debe a una mutación o cambio en un virus propio de una especie de mono africano, que pasó a la sangre humana y allí se ha adaptado y reproducido. Se conocen casos, estudiados posteriormente, de personas africanas que se infectaron hace 40 o 50 años, cuando ni la enfermedad ni el virus estaban descritos con perfección.
La corta historia de la enfermedad está salpicada por varios acontecimientos importantes. Después de descritos los primeros casos en 1981 entre los homosexuales, en 1983 Luc Montagnier descubre el agente causante: el VIH (virus de inmunodeficiencia humana). En 1985 ya estuvieron disponibles las pruebas para analizar qué sangre contenía o no el VIH. En 1983, se manifestó la epidemia del SIDA también en personas heterosexuales, y en 1985 se habían contabilizado casos en todos los continentes. Seis años después de su detección, en 1987, se crearon diversos organismos para tratar de contener la rápida propagación. También en esta fecha, la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense, la FDA, autorizó el primer fármaco para tratar el SIDA. La terapia triple antirretroviral no estuvo disponible hasta 1996. En la actualidad, se investiga en la obtención de una vacuna que frene al virus.

Formas de Contagio

Se puede resumir en tres modos de contagio:

1º por medio de contacto con sangre contaminada (transfusiones, jeringuillas): Es el caso de las transfusiones sanguíneas de pacientes infectados a sujetos sanos. Este tipo de contagio se produjo en la década de los 80 cuando todavía no se conocía bien la enfermedad y menos aún éramos capaces de detectar el virus en la sangre de los donantes. En la actualidad, toda la sangre que se usa en transfusiones y otros productos derivados, son analizados sistemáticamente y es imposible que transmitan la infección por VIH. Esta vía sanguínea es la que también contagia el virus en el caso de los sujetos adictos a drogas por vía intravenosa que comparten jeringuillas para administrarse las drogas.

2º por relaciones sexuales: Cuando durante las relaciones sexuales el semen o las secreciones vaginales entran en contacto con el torrente sanguíneo de un sujeto sano, se produce la infección. Este contacto tiene lugar a través de pequeñas erosiones o heridas, incluso las que son diminutas y no apreciables a simple vista, que podamos tener en nuestros órganos sexuales -pene, vagina, región anal y rectal o bien en la boca-.

3º por la relación materno-filial durante el embarazo: También denominada transmisión vertical, porque se produce durante el embarazo o gestación. Durante este período, la sangre de la madre infectada puede llegar a contactar con la del feto y transmitir el virus. Sin embargo, en general, la placenta actúa como un filtro eficaz y la mayoría de los contagios de este tipo se producen justo en el momento del parto. Es precisamente durante la fase expulsiva del mismo, es decir, cuando el recién nacido sale al exterior, en el momento en que existe un mayor riesgo de contacto de líquidos corporales, incluida la sangre, entre madre e hijo. Aunque menor, también conlleva riesgo la lactancia natural por lo que ésta está contraindicada en las madres seropositivas.

Tratamiento Del VIH


Existen diferentes tipos de fármacos para tratar la infección por el VIH. Esos medicamentos atacan diversos aspectos del proceso que utiliza el virus para reproducirse. Como el VIH muta rápidamente y se vuelve resistente a todos los medicamentos administrados en forma aislada, los pacientes deben tomar una combinación de fármacos para lograr la máxima supresión del VIH.

La terapia de combinación contra el VIH es conocida como terapia antirretrovírica o ART. La ART cambia el curso natural de la infección por el VIH y prolonga significativamente el periodo entre la infección inicial y el desarrollo de síntomas. Para alcanzar estos resultados es importante empezar el tratamiento antes de que se manifiesten los síntomas del SIDA, pero aquél también tiene beneficios importantes y duraderos para la salud de los pacientes que lo comienzan después del diagnóstico de SIDA. Aunque es eficaz para retrasar la progresión de la enfermedad relacionada con el VIH, la ART no es una cura.

Además de los tratamientos para la infección por el VIH en sí, existen terapias para prevenir y/o tratar muchas de las infecciones oportunistas relacionadas con el VIH.



E.L.I.S.A.

La técnica ELISA se basa en la detección de un antígeno inmovilizado sobre una fase sólida mediante anticuerpos que directa o indirectamente producen una reacción cuyo producto, por ejemplo un colorante, puede ser medido espectofotométricamente. Este principio tiene muchas de las propiedades de un inmunoensayo ideal : es versátil, robusto, simple en su realización, emplea reactivos económicos y consigue, mediante el uso de la fase sólida, de una separación fácil entre la fracción retenida y la fracción libre.
Además se han propuesto y desarrollado diferentes métodos de amplificación de la señal (luminiscentes, cascadas enzimáticas,...) que han permitido elevar la sensibilidad de algunos ELISA a la obtenida en el RIA (radioinmunoensayo) hormonal.
Este método ha tenido una enorme aplicación en todos aquellos campos en los que se precisaba la cuantificación de productos mediante anticuerpos : diagnóstico clínico, detección viral, clasificación de anticuerpos en isotipos, búsqueda de anticuerpos monoclonales, etc..

Métodos de Prevención.
























Un falso prejuicio en la lucha contra el SIDA es que todos estos valores que se tratan de retomar para luchar contra el SIDA, no deben ser asumidos por el Estado; en todo caso -se piensa- que sea cosa de particulares, de Fundaciones, de ONGs, de la Iglesia. Y es un falso prejuicio, al que conduce , entre otras razones, la idea de la aconfesionalidad del Estado, ya que el Estado debe velar por la salud pública. ¿Es un tabú la moral? ¿No pueden hablar de moral las personas que trabajan para el Estado?

Todos hemos oído aquello de que prevenir es mejor que curar, pues en el caso del SIDA, prevenir no es simplemente mejor que curar: es la única cura. Para el caso de una enfermedad mortal y no curable, es necesario prevenir con total seguridad, ya que no vale una prevención parcial para esta enfermedad mortal y no curable. Desde el punto de vista epidemiológico, la prevención más eficaz es cuando se aborda en los primeros estadios, más que en los últimos a través de condones y jeringuillas estériles. Por lo tanto conviene actuar en "el proceso de producción de la enfermedad", luchando para que no crezcan las prácticas de riesgo, y los grupos de riesgo. Si los grupos de alto riesgo no disminuyen y no varían su conducta, nadie puede asegurar que la enfermedad será erradicada y que la difusión del SIDA disminuya, ya que mientras persistan los comportamientos que favorecen la transmisión, habrá un aumento de los infectados y un crecimiento de la enfermedad.

En las líneas anteriores se deja expuesto un concepto claro: la prevención primaria. Esa es la prevención realmente eficaz. Cualquier médico, tratándose de otras enfermedades, aconseja a sus pacientes realizar una prevención primaria. Si alguien tiene una úlcera de estómago, le dirá que no tome comidas fuertes, para que no sea necesario después aplicar medicinas para que el estómago soporte aquella comida. Si alguien es proclive a coger faringitis, el médico le dirá que no debe fumar o exponerse a respirar aire frío, o ¿acaso hay sprays protectores de la farimge, para que así el paciente pueda realizar cualquier imprudencia con menos riesgo?. Si a un paciente le afecta mucho el tabaco para sus bronquios, el médico le aconsejará que deje de fumar o al menos reduzca mucho el número de cigarrillos. Todos estos consejos forman parte, o son consecuencia, de la aplicación de la prevención primaria, es decir, se actúa en el primer proceso de riesgo de contraer la enfermedad. Esta es pues la auténtica prevención, las prevenciones posteriores ya hemos visto todos los defectos que poseen.

Se hace necesario un gran esfuerzo de reflexión a nivel internacional que revalúe las causas profundas de esta patología social que es la drogadicción, así como redefinir el papel que la sexualidad ocupa en la realización del ser humano. Una sexualidad indiscriminada, a cualquier precio, sin puntos de referencia, desajustada de otras facetas básicas de la persona, convierte al hombre en animal inferior con una existencia patológica.
Con el SIDA no nos encontramos sólo un problema estrictamente sanitario, como querrían algunos, también es un problema ético. En este caso, es "La consecuencia de un abuso práctico de la sexualidad en modalidades incorrectas de frecuencia y lugar, y en sus combinaciones con circunstancias de drogadicción o promiscuidad".

Pero el capítulo de la prevención no es sencillo, pues se trata de una enfermedad del comportamiento. Además de la investigación, las otras soluciones al SIDA deben ya venir de mano de la educación sanitaria, de la educación sexual, y de la transmisión de una serie de valores humanos como la responsabilidad personal que motive a las personas al rechazo de drogas y de otras conductas de riesgo. Y la mejor forma de prevenir, de educar comportamientos, es comenzar por llamar a las cosas por su nombre, por decir las cosas claras, sin dobles interpretaciones, aunque nos ganemos los abucheos de muchos que no quieren oírlo. De George Orwell es la frase de : "Hemos caído tan bajo, que atreverse a proclamar lo obvio se ha convertido en el deber primordial de todo hombre inteligente".

Imaginamos la sociedad dentro de 50 años como lo que es ahora respecto a otras epidemias que como el cólera, tifus, etc. diezmaba las poblaciones, y fueron vencidas. Esas epidemias fueron vencidas gracias a la investigación pero sobre todo gracias a la limpieza. Cuando rectifiquemos un tanto los actuales hábitos peligrosos respecto al SIDA, y la investigación avance, habremos ganado al SIDA. Pero si no lo hacemos y el virus VIH se revela como infalible ante cualquier persecución, pues gracias a su mutabilidad supera todas las barreras, entonces estamos perdidos.

La revolución sexual ocurrida en las últimas décadas ha llevado a un cambio de planteamientos y perspectivas de muchos expertos, sobre todo, si estos no tienen hijos. Conductas que han llegado a ser aceptadas por algunos adultos en privado, son propugnadas ahora para los niños. Quienes actúan de esta manera deberían darse al menos cuenta que lleva tiempo hacer de un niño un adulto; y que los hábitos que no tienen obvias consecuencias trágicas para los adultos, suelen ser malentendidas y llevadas a la práctica más irresponsablemente aún por jóvenes inmaduros.

¿Abstención?. No nos fijemos en el sentido peyorativo que se le da a este término desde el punto de vista político: queda mal abstenerse de votar. Tampoco vamos a reducir la palabra al sentido que se le da con respecto a la bebida: abstemio es no probar el alcohol. Abstención puede significar muchas cosas más : abstenerse de agredir a alguien, de robar, de discriminar, o abstenerse de la droga.
Para el tema de la droga como medio de transmisión del SIDA, me atrevo a decir que sí, que vale la pena ser abstemio. El sistema nervioso necesita de un equilibrio para funcionar con perfección y para desarrollar la tarea que tiene en el cuerpo humano. Estrictamente, podría decir que no, que con tal de que no fueran drogas inyectables,..., pero de las drogas blandas se pasa a las duras en un momento; y también, bajo los efectos de las drogas, se cometen muchas locuras. O sea, que sí, en materia de droga vale la pena ser totalmente abstemio.

En materia sexual, para prevenir del SIDA, ¿tendríamos que imponer o aconsejar la abstención total, la castidad perfecta?, sin duda que eliminaríamos muchas posibilidades de transmisión de esa forma. Pero no, nuestros cuerpos tienen sexo, y realiza su función como otras partes del cuerpo la suya. Bastaría decir que el sexo con orden, en su momento, para su función, con amor, dentro de una unión afectiva y duradera. Si carece de caracteres anteriores se aproxima en mayor o menor medida a una violación. Basta decir lo que decían las campañas contra el SIDA de un país : " cada oveja con su pareja ".

Podrían darse muchas explicaciones antropológicas para explicar cómo las personas humanas hemos ido formando las familias como base social, cómo la cultura, a medida que se ha desarrollado, nos ha conducido hacia la monogamia. Una de las explicaciones es la transmisión de las enfermedades venéreas. La familia monógama es la forma más perfecta de reducir al mínimo estas enfermedades sin que, lógicamente, se extinga la población por falta de descendencia.



El SIDA en Chile













Los esfuerzos para la prevención en nuestro país se orientan a lograr la internalización de hábitos que evitan las prácticas sexuales riesgosas. Esta es una tarea para nada fácil, puesto que "del dicho al hecho, hay un gran trecho".

El primer caso de Sida que se registró en Chile fue en 1984. Eran tiempos en que nuestra sociedad sabía poco sobre esta enfermedad, sus vías de contagio, sus efectos y las posibilidades de tratamiento. Por esos años se vinculaba la presencia de este virus casi exclusivamente con los homosexuales y no se hablaba, como se hace en la actualidad, de la posibilidad de prácticas de riesgo existentes en toda persona.

Y es que desde 1984 hasta hoy han habido avances sustantivos en la forma de abordar el tema. Sin duda, han sido consecuencia del progresivo aumento de infectados en el mundo, que según cifras de ONUSIDA ya alcanzan a 34 millones de personas, pero también de los mayores niveles de información que se manejan con respecto a la enfermedad.

En Chile los esfuerzos por concientizar a la población se dieron con mayor fuerza desde que el problema fue abordado a través de un organismo público creado en 1990: la Comisión Nacional de Sida (Conasida).

Y aunque hoy ese proceso se ha logrado con gran efectividad, aún hay que dirigir más esfuerzos a la parte más difícil: integrar la información y llevarla a la práctica. Dicho en lenguaje cotidiano, lo que falta es "pasar del dicho al hecho", ya que muchos pueden dar un dis curso acerca de las variables de la enfermedad, pero mantener conductas igualmente riesgosas.

En palabras de Silva, las personas deben reconocer sus conductas individuales como posibles riesgos de contraer el virus. Por ello, los esfuerzos actuales apuntan en ese sentido: luchar contra el típico pensamiento de que "a mí no me puede pasar algo así".