sábado, 1 de diciembre de 2007

Formas de Contagio

Se puede resumir en tres modos de contagio:

1º por medio de contacto con sangre contaminada (transfusiones, jeringuillas): Es el caso de las transfusiones sanguíneas de pacientes infectados a sujetos sanos. Este tipo de contagio se produjo en la década de los 80 cuando todavía no se conocía bien la enfermedad y menos aún éramos capaces de detectar el virus en la sangre de los donantes. En la actualidad, toda la sangre que se usa en transfusiones y otros productos derivados, son analizados sistemáticamente y es imposible que transmitan la infección por VIH. Esta vía sanguínea es la que también contagia el virus en el caso de los sujetos adictos a drogas por vía intravenosa que comparten jeringuillas para administrarse las drogas.

2º por relaciones sexuales: Cuando durante las relaciones sexuales el semen o las secreciones vaginales entran en contacto con el torrente sanguíneo de un sujeto sano, se produce la infección. Este contacto tiene lugar a través de pequeñas erosiones o heridas, incluso las que son diminutas y no apreciables a simple vista, que podamos tener en nuestros órganos sexuales -pene, vagina, región anal y rectal o bien en la boca-.

3º por la relación materno-filial durante el embarazo: También denominada transmisión vertical, porque se produce durante el embarazo o gestación. Durante este período, la sangre de la madre infectada puede llegar a contactar con la del feto y transmitir el virus. Sin embargo, en general, la placenta actúa como un filtro eficaz y la mayoría de los contagios de este tipo se producen justo en el momento del parto. Es precisamente durante la fase expulsiva del mismo, es decir, cuando el recién nacido sale al exterior, en el momento en que existe un mayor riesgo de contacto de líquidos corporales, incluida la sangre, entre madre e hijo. Aunque menor, también conlleva riesgo la lactancia natural por lo que ésta está contraindicada en las madres seropositivas.

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